domingo, 20 de febrero de 2011

Tu ofrenda a Dios.

Malaquias 1:9-14
Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos. 10¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda. 11Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos. 12Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable. 13Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová. 14Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.
Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.

¿Cual es la ofrenda que le ofreces a Dios? ¿Lo que te sobra, lo mas poco que puedas? Y ahora pues, no solo hablamos de ofrendas monetarias, si no, mas bien de las ofrendas que le rendimos con nuestros actos, ofrendas de obediencia y santidad. ¿Pero, como es tu ofrenda ante Dios? Esa ofrenda de santidad que le ofrecemos, sabiendo que debemos ser santos, porque el es santo, debe de ser una ofrenda de lo mejor que le podamos dar. Lo mejor de nosotros, esforzarnos cada día mas por agradar a él y solo a él. Una ofrenda de obediencia completa, no solo una parte, o a veces obedecerle, si no que nuestro tiempo sea de él , nuestras palabras sean las palabras que Jesucristo diría, nuestro corazón, que sea el corazón de Cristo, nuestra mente que sea su mente.
Ahora te invito a reflexionar en que tipo de ofrenda le estas dando a Dios. ¿Lo mejor de lo mejor que hay en ti? O solo un poco , solo un domingo a la semana, solo unos días en la iglesia, o ¿toda tu vida en entrega a el Señor Jesucristo?
Dios te bendiga.

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