Amos 4:9-11
9Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová.
10Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.
11Os trastorné como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.
Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
La Palabra de Dios, mediante este pasaje nos enseña una lección muy importante. Dios habla a través de diversas formas, entre las cuales están a lo que nosotros habitualmente les llamamos problemas. Muchas veces nos preguntamos el porque de las cosas, pero, no llegamos a pensar que Dios esta hablando a nuestras vidas, porque solo trasponiendo este pasaje a nuestra vida, quedaría algo como:
Te hable mediante problemas en tu trabajo, mas no te volviste a mi dice Jehová, te hable mediante ese problema que estas teniendo en la escuela pero no te volviste a mi, te hable a través de esa prueba por la cual estas pasando, pero no te vuelves a mi.
De tantas formas nos habla Dios y muchas veces solo nos quejamos de la vida, cuando, no nos damos cuenta que el nos llama y a través de esto también Dios nos perfecciona, pues como el oro es necesario que sea pasado por fuego para ser purificado, así nosotros es necesario que pasemos por diversas pruebas, pero recordemos lo que nos dice Santiago 1:2 <-"2Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.-> y recordemos que en el mundo tendremos aflicción, pero confiemos, porque Jesús ya ha vencido.
Esta semana, cuando te halles ante las pruebas de la vida, en vez de reclamar y cuestionar el porque de las cosas con una actitud de enojo y molestia, porque no le dices al Señor que hable a tu vida y te perfeccione en su Santidad sin la cual, nadie vera a Dios.
1a Juan 2:15:
15No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
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